Conclusión

 A lo largo de la realización de este trabajo, y después de haber tenido la gran oportunidad de entrevistar y dialogar con diversos perfiles profesionales del mundo del teatro, quienes nos han ofrecido diferentes perspectivas en relación con la función que desempeñan (directores de teatro y microteatro, técnico de realización, gestor, periodista crítico de teatro, portavoz de asociación de ayuda al teatro…), hemos llegado a la conclusión de que la idea que teníamos preconcebida de que el teatro está en crisis, no es correcta.

Es cierto que actualmente se está enfrentando a una gran cantidad de obstáculos, como por ejemplo el 21% de IVA, que han desencadenado el cierre de multitud de teatros, molesta copiosamente a cada uno de nuestros entrevistados y seguramente a todos los trabajadores que tienen que ver con el teatro; desde los cargos más altos, hasta los que se encargan de la limpieza de las salas. No obstante, nos hemos dado cuenta con gran admiración de que todos aquellos cuya labor esta relacionada con este mundo lo hacen porque sienten una profunda y sincera pasión por el teatro. Todos nos han confirmado que es una profesión vocacional, importándoles más los beneficios que aportan educación y formación cultural, en lugar de beneficios económicos.

Pero a pesar de estas grandes dificultades que el teatro debe superar diariamente, no carece de público. El teatro hoy en día no está en crisis. Esta idea nos la han querido transmitir cada uno de los entrevistados, y así quitarnos la idea de que es una forma cultural antigua que está siendo sustituida por las nuevas tecnologías. Es cierto que estas se están imponiendo con gran fortaleza en nuestros días, pero suponen un apoyo fundamental para el teatro. Las nuevas tecnologías le permiten darse a conocer, a través de diferentes plataformas y redes sociales, a un mayor sustrato de la sociedad, por lo que suponen una ayuda extra que en ningún momento sustituirá al teatro. El ámbito digital, al que el teatro ha sabido adaptarse perfectamente y aprovecharse de sus beneficios, además ha supuesto grandes avances tanto en la producción como en la realización y distribución, mejorando su calidad y permitiendo la reducción de sus costes.

La aparición de nuevas alternativas de teatro como es el Microteatro, ha proporcionado una modernización de este concepto que ha revolucionado desde las producciones hasta los guiones, presentándose al público como una nueva forma de acceder a obras teatrales frescas y diferentes que invitan a participar al espectador, que en su mayoría pertenece al sector joven de la sociedad, que es el que podríamos decir que más ha estado alejado del teatro en la actualidad.

Para terminar queremos resaltar que el teatro es una forma cultural que debe ser conservada como un tesoro, puesto que es insustituible por cualquier otra forma cultural y se constituye como algo imprescindible para el desarrollo de la sociedad porque aporta una gran cantidad de valores sociales, morales y de autoestima, que aumentan la creatividad y la sensibilidad de sus receptores.